Cómo la economía Gig está cambiando también Fintech

Sabemos que la denominada economía Gig  se está convirtiendo en una fuerza que va a cambiar el futuro del mercado laboral. Pero, también, tendríamos que tener en cuenta que ya está modificando otros aspectos, como los sistemas de pago.

Se trata de una tendencia creciente de manera global. Cada vez son más las personas que se suman a este modelo de trabajo, más allá incluso del aspecto generacional que parece que conlleva. Todo esto, además de un cambio sustancial en el mercado laboral, va a traer consigo, como ya está ocurriendo, importantes cambios en servicios como los financieros.

¿Qué es la economía gig?

Realmente no es algo desconocido. Partiendo del concepto del trabajo freelance, y con múltiples lecturas y denominaciones, podemos aportar una definición un tanto genérica. Se trataría de una fórmula de trabajo que se basa en proyectos concretos, o tareas concretas, que desempeñamos durante un período de tiempo determinado. Generalmente a través del mercado digital, accediendo a una demanda amplia.

Todo esto va mucho más allá de los empleos tecnológicos, que es probablemente lo primero que nos viene a la cabeza. Al revés, las plataformas digitales, cada vez ofrecen mayor volumen de trabajos puntuales que son asumidos por personas. Todos estos trabajos pueden ser muy diferentes entre sí. Conectar diferentes tareas y generar ingresos a partir de ellas es lo que definiríamos como economía gig en una persona.

De este modo, esa misma persona, podría realizar compras para otra persona. Posteriormente podría realizar un contenido para una red social para una empresa. Podría alquilar una habitación a través de una plataforma de alquiler social. Etc.

Implantación y camino por recorrer

Es difícil hablar de cifras absolutas. Existen estudios diversos y todos proporcionan datos con más o menos similares, aunque con lecturas un tanto diferentes.

Lo que parece realmente claro es que este fenómeno ocuparía a un porcentaje cercano al 30% de los trabajadores en Estados Unidos. Porcentaje no muy lejano también en el caso de Europa.

Lógicamente, al tratarse de un modelo de trabajo aún muy asociado a un ámbito generacional (el de los millenials) existe disparidad de opiniones. Por un lado, quienes afirman que este tipo de modelo de ingresos genera una inseguridad e inestabilidad económica compleja. Además de perjudicar a elementos como el ahorro para la jubilación, o los beneficios sociales.

Sin embargo, en el otro lado, está quienes ven un modelo de trabajo descentralizado y flexible. Un trabajo que les permite definir su vida de manera compatible con otras actividades, y fuera de las rutinas de los mercados laborales tradicionales.

No es un futuro cercano a aquel en el que la mayoría del empleo se genera esta manera. Pero tampoco es un futuro lejano en el que este tipo de economía y modelo laboral haya crecido mucho más de lo que ya lo ha hecho.

Tomando los datos publicados por el Fondo de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (FOMIN) vemos una proyección, a corto plazo, realmente espectacular. Según dichos datos la economía colaborativa para crecer por encima de los 335.000 millones de dólares en 2025. Eso significará un incremento superior al 2000% en una década.

Cómo está cambiando los sistemas de pago

Todas estas modificaciones, como era de esperar, también están teniendo su respuesta en otros ámbitos como el de los pagos.

Un modelo económico basado en cumplir trabajos concretos en periodos de tiempo concretos, necesita respuestas concretas para las transacciones económicas. Las personas que participan esta forma de empleo, prefieren los cobros inmediatos, sin comisiones, sencillos y, que aprovechen el potencial de los servicios digitales.

Un ejemplo muy claro sobre cómo esto está ocurriendo lo encontramos cuando la plataforma MoneyGram se integra con FinTech KyckGlobal para permitir a los trabajadores de la economía Gig el acceso a los pagos en efectivo. Se trata de un encuentro entre una de las grandes empresas tradicionales de pagos, y una Fintech. El objetivo es claro, mejorar los servicios orientados al cobro para este perfil de personas. Pero, por extensión,  una modernización de los sistemas de pago. Todo esto es aplicable a prácticamente todos los sectores y ecosistemas Fintech.